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Buenas prácticas de diseño y usabilidad
Guía Introductora al Product Management
Buenas prácticas de diseño y usabilidad
¿Has sentido la experiencia de ingresar a una página web, que te haya dejado con ganas de más, por su facilidad y claridad? O quizá ¿te ha pasado que al usar un producto la experiencia fue horrible, nada fue claro y desearías no regresar jamás?
En cualquiera de los casos fue la usabilidad la protagonista de tu experiencia, hace parte del diseño y la experiencia de usuario (UX, por sus siglas en inglés) y es clave a la hora desarrollar grandes productos; en esta ocasión habláremos de los los 10 principios de usabilidad de Nielsen, ya que son los más populares en el ámbito de evaluación de interfaz de usuario.
Pero primero… ¿Qué es usabilidad?
La usabilidad es la cualidad que tiene un producto digital, como una página web, de ser fácil de entender y usar, es decir, de ser intuitiva al navegar y que permita a sus usuarios interactuar con el producto de la manera más amigable posible.
Ahora si, ¡empecemos!
1. Mantener al usuario informado sobre su estado
En el momento que un usuario interactúe con nuestro producto, deberemos darle conocimiento del estado en el que se encuentra actualmente, y si es necesario, mostrar qué debe hacer para concluir con el estado actual.
Ejemplo: El usuario necesita registrarse en una plataforma de marketplace para vender sus productos en línea, para esto debe ingresar diferentes tipos de datos antes de activar su cuenta.
Solución para conocer su estado: Podríamos diseñar una barra de progreso por ventanas que muestre los diferentes tipos de datos, y mostrar un ✅ cuando cada etapa quedé completada y un ⚠️ cuando quede algo pendiente por completar.
De esta forma estamos dándole claridad al usuario de que esta bien y que falta por completar.
2. Mostrar el contenido en un lenguaje amigable para el usuario
Imagina que tu abuela quiere comprar sus discos favoritos ahora de manera digital para conservarlos en su computadora personal, maneja google con astucia, así, al ingresar a la página web busca el nombre de las canciones o el artista y aparece una opción que dice: -Bájalo por $500.
¿Será claro para tu abuela? Bien, a menos de que sea una persona que navega mucho en internet y conoce los términos de la web, el término no le será muy familiar para la acción que quiere realizar, por lo que seguramente si cambiáramos el CTA por: -Cómpralo por $500 sería más fácil de entender para ella y para cualquier tipo de usuario que quiera comprar música digital.
Pdta. No hay nadie mejor que tu abuela para validar pruebas de usabilidad. 🤘
3. Ofrecer una experiencia bajo control
Este es uno de los principios más interesantes, puesto que un producto debe ser creado para humanos, es decir, van a existir errores.
Es muy probable que el usuario cometa errores en ciertos momentos durante la interacción con el producto, como a todos nos ha pasado en algún momento, ¿lo recuerdas?
Anticiparnos a esas malas experiencias y crear opciones para editar o rehacer es algo que la mayoría de usuarios amaremos y valoraremos al interactuar con un producto digital.
4. Estandarización y consistencia
Como usuarios de internet hemos adoptado inconscientemente algunos estándares al momento de navegar por sitios web. Por ejemplo:
¿Dónde se ubica normalmente un botón para el inicio de sesión? En la parte superior derecha, ¿verdad? Ahora, si quieres buscar información de la empresa de tipo accionaria o prensa ¿Dónde la buscaría? Pie de la página. ¡Correcto!
Esto son algunos ejemplos de como intuitivamente sabemos donde podríamos ubicar cierta información en un sitio web. Este principio se refiere a la consideración de esa estandarización de la web, para que no se diseñen interfaces que confundan a los usuarios.
Pero, por otro lado, cada página en algún punto empieza a tener sus propios estándares de colores, botones, tipos de letra y símbolos que los usuarios ya reconocen y, por lo tanto, hacen parte de la consistencia en la usabilidad del producto.
5. Prevenir antes que lamentar
Como ya hemos hablado antes, los usuarios pueden meter mal el dedo y hacer clic en un lugar equivocado, para estar dos pasos adelante de estas situaciones, es recomendable crear avisos ⚠️ que confirmen la acción del usuario e incluso den a conocer los riesgos que podrá tener en caso de hacerlo. Esto podrá evitarnos un montón de solicitudes a nuestro equipo de soporte.
Algunos productos tienen una ventana de confirmación con una lista de beneficios que perderás al cancelar tu suscripción, esto es un caso de uso claramente diferente, pero, bajo la misma lógica de hacer una doble verificación. Buena estrategia, ¿no lo crees?
6. Los mensajes de error deben ayudar a solucionar
Soy consciente de que el desarrollo de productos digitales es por ciclos, pero odio los momentos donde me envían un mensaje de error que confunden más. ¿Te ha pasado? Desde la página que te muestra —existe un error— sin darte mayor detalle del problema, hasta las páginas con una lista de todos los errores, sin alguna especificación.
Una buena práctica es asegurar que cuando se muestren errores en pantalla, se sugiera al usuario como corregirlo para continuar.
7. Hacer visible información importante
Este paso consiste en entender las necesidades de usuario al interactuar con el producto para mejorar su experiencia. ¿Cómo? Veámoslo en un ejemplo:
Estás haciendo las compras de navidad en tu ecommerce favorito, ya has anotado cuantos y cuáles artículos necesitas. Y ahora te dispones a buscarlos y agregarlos a tu carrito de compras. Al ir en la mitad de la compra, te preguntas ¿habré superado el presupuesto? Y para eso debes ir al carrito de compras y ver el total en ese momento. Pero cuando vas al carrito de compras, te das cuenta de que el total no se muestra, por lo que debes cambiar de página, e ir a la página de pago para ver cuanto es el total.
Unos clics más que pueden marcar la diferencia.
Forzar al usuario a hacer o recordar sus acciones es una mala práctica de usabilidad, por el contrario, cuando mostramos información relevante de manera clara y sencilla estamos ahorrando tiempo y esfuerzo en el proceso de adopción de nuestro producto al usuario.
8. Eficiencia de uso
Cuando un producto logra crear adopción a largo plazo, tendrá, por tanto, usuarios más experimentados que necesitarán que diseñes atajos para navegar de forma más rápida y eficiente. Si bien esta es una de las prácticas que requieren tiempo para que el usuario se adapte y después optimice su interacción, es bueno tenerla en el radar.
He visto como algunos productos son capaces de crear comunidades enormes, con todo tipo de usuarios, desde principiantes, hasta los más avanzados. Una comunidad poderosa es un factor multiplicador para el producto.
9. Limpieza visual
Al usuario puede tomarle tan solo 5 segundos decidir si obtiene lo que necesita, lo que conlleva a abandonar un sitio web si no encuentra inmediatamente lo que busca. Un título, una imagen o cualquiera que sea el contenido, debe capturar sin demorar la atención del usuario y darle una idea del valor que recibirá.
Una mala práctica es llenar una página de contenido no jerarquizado.
10. Documentación, por si las moscas
Un producto que tenga un gran diseño, fácil y rápido de entender, no necesitará un manual extenso de uso, pero, en los casos que se consideren necesarios, debemos diseñar guías, documentación, instrucciones paso a paso, para respaldar la experiencia de usuario.
Esto requiere un grado de conocimiento de tu usuario, para determinar si requiere una guía interactiva en el proceso de registro (una buena práctica de hecho) o una documentación extensa con términos técnicos para solucionar errores y problemas.
Sobre mí: He trabajado en la industria de la tecnología durante los últimos cuatro años, esto me ha llevado a descubrir mi pasión por el mundo de los productos digitales y también a ser co-fundador de una Comunidad de Product Management en Español.
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